Agradecimientos
Me considero una persona agradecida de la vida. Ha sido toda una experiencia. Tantas posibilidades, recuerdos, risas, llantos. Y por ello, creo que necesito hacer algunos agradecimientos al finalizar esta etapa de mi vida...
A Dios por iluminarme al momento de tomar la decisión sobre mi especialidad como psicóloga. Por permitirme estar en contacto con personas que sufren dolor emocional y ser una pequeña luz en sus caminos. Por cada sonrisa de esos niños cuando se sienten más aliviados. Por cuidarme y protegerme en esta experiencia a solas. Y por estar siempre acompañada de su presencia.
A mi padre por haber sido el principal gestor de la experiencia de vivir en Stgo. Por mostrarme que uno puede tener lo que quiera en la vida y que necesitaba crecer, salir, conocer. Por confiar en mí, en mis capacidades, en mi responsabilidad, en mi esfuerzo. Por todas las conversaciones con café y cigarro en mano. Por decirme que el camino como terapeuta me iba a permitir formar una familia, ser madre y esposa. Por fomentar mis valores. Por mostrarme que las caídas en la vida son sólo eso, caídas. Por mostrarme que está orgulloso de tenerme como hija y que he sido el mejor regalo que la vida le pudo entregar.
A mi madre por estar presente siempre en mis días. Por sus consejos pechoños y mostrarme que soy una persona con múltiples recursos. Por las visitas e idas al mall para desestresarnos. Por decirme que soy todo lo que ella esperaba y que está orgullosa de mi. Por mostrarme que cuando uno se equivoca debe pararse y pedir disculpas. Por ser la precursora de mis principios. Por hacer de cada ida al sur una experiencia increíble e involvidable. Por fomentarme que el amor y el respeto por las personas es un gran valor. Gracias mamá.
A mis hermanos por estar orgullosos de su hermanita menor. Por las salidas, los copetes, los consejos, las comidas, las conversaciones, el apoyo, el amor, el llanto y otros condimentos de la vida.
A mis abuelos maternos por su apoyo y cariño incondicional. Porque me han hecho sentir su nieta preferida, por sus enseñanzas y legados. Por hacerme sentir especial. Por permitirme estar en esta última etapa de sus vidas...
A mi abuelita Lidia y mi nono Toño por estarme cuidando desde el cielo, por sus regaloneos, por sus historias italianas, por hacerme sentir como una gran proyección de la familia.
A mis amigas del colegio que son uno de los mejores regalos que me pudo entregar la vida. Por cada mail, cada llamada, cada consejo a la distancia. Por ser personas tan hermosas y humildes. Por hacerme sentir, que a pesar de la distancia, sigo en sus vidas y en sus corazones. Por las risas múltiples, los viajes, las anécdotas. Por tener una historia en conjunto y apoyarnos siempre.
A mis amigas santiaguinas por mostrarme que la vida es una y hay que vivirla lo mejor posible, a pesar de las malas historias. Por enseñarme lo que es el engaño, la vida superficial y lo mundano como una forma de tomar distancia y así pueda cuidarme.
A Max por ser el mejor ángel del mundo. Amigo, a pesar de no estar en el mismo plano, estás todos los días presente en mi vida. Me siento cuidada por ti y querida igual como antes de tu partida. Te extraño montones.
A mis amigos penquistas de la vida por apoyarme siempre, por decirme que soy una luz en sus caminos, por hacerme sentir especial. Por los consejos y las juntas. Los extraño.
A mis amigos santiaguinos de la vida por las risas, la compañía y los carretes.
A R. por haber sido una persona importante en mi vida. No guardo rencores. Por el apoyo y el amor que hubo, y por permitirme soñar.
Y a todos decirles lo especiales que son en mi vida...
Gracias por estar ahí siempre...
Por hacerme sentir única y especial...
Por entregarme tantas enseñanzas y lecciones...