Wednesday, 14 October 2009

Trofeo

Es una pena tener que tapar los momentos de luz con un dedo, para poder seguir andando en este camino...
Es una lástima tener que llenarse los oídos de mentiras, rencores, malas historias para poder entrar en lo íntimo de las personas...

"A palabras necias, oídos sordos"

Quizás en otro planeta las historias vividas se merezcan un espacio de gloria, y se les entregue un trofeo a las personas que las vivieron por haber hecho más lindos, más coloridos, más amorosos los días, los momentos, los segundos del continuo compartir...
En este mundo en el que vivo, me han enseñado a que ese trofeo imaginario se les quita a las personas de sus manos, se les castiga por cosas absurdas, se les calla porque es mejor olvidarlo todo y seguir adelante...

Prefiero pensar que en mi órbita transitarán personas con las que voy a construir un trofeo, ese trofeo se va a quedar quitecito, y al final del día nos reiremos de la vida, tal como cuando nacimos y nos dimos cuenta que la vida es completamente absurda.

Gracias totales a las personas que tienen la madurez suficiente para mirarme a los ojos y decirme con esa mirada que "todo lo demás, no vale la pena"...

Thursday, 1 October 2009

Qué loco!

Tengo una amiga que estuvo saliendo con un chiquillo. La conquista duró mes y medio. Todo iba viento en popa cuando él le dice a ella "estoy pasando por un mal momento de mi vida, y tengo que "conocerme y encontrarme". Nadie puede!...jaajaja...
Mi amiga quedó más o menos. Obviamente el team "amigas por siempre" (del que yo soy presidenta), le dedicó más de una noche de "habla y toma" (léase como habla lo que quieras del imbécil y si quieres tomas como loca).
El punto fue que el "conocerse y encontrarse" tenía nombre y apellido. Era cubana. Medía 1,50 y bailaba bien salsa, por lo que me percaté. Yo figuraba en una bar donde se baila salsa y en eso veo al flamante hombre bailando cagado de la risa con la cubanita. Cuando me vió parada mirándolo casi se le cayó el pelo, se puso verde, rojo, azul, y yo le hice una seña a lo lejos, un "hola" (que por dentro mío era "hola C.D.T.M"). La cubanita fue al baño y en eso el loquito ha partido a saludarme. "Carito, tanto tiempo, que guapa que te ves...cómo está tu amiga desde que LA DEJÉ?". Y yo le digo "Bien, gracias...no puedes ser tan cara de raja que vienes a decir "la dejé"... y en eso la cubanita viene y le dice "PAPI CHULO, vamos a bailar?...y quién es esta niña"?... y yo respondo "Primero, no soy niña, segundo me llamo Carito y tercero Papi Chulo es un conocido mío". Y la cubanita dice "oye, y de adonde la conoces"...y yo le digo "si supieras se te caería todo el pelito que tienes"...jaajaja
Fui por un mojito y me alejé...
Le conté la historia a mi amiga, al final el cuento terminó en risas.
El fin de semana pasado nuestro grandioso team fue a bailar a otro local de salsa. Llegamos y las chiquillas se prendieron en 3 segundos. Éramos 5 en total. En eso yo me fui a bailar con un "latino" y mi amiga "dejada por este hombre" se fue al baño. La música estaba buena, el mojito también y "latino" me daba vueltas y vueltas. Y ahí fue cuando empezó el combate...
Escuché unos gritos, así que miré para el lado. Me encuentro con las 3 otras amigas bailando en círculo alrededor del maligno con su cubanita. Aparecía una y empujaba a la cubanita, y empezaron a agarrar pal tandeo al papi chulo. En eso aparece la "dejada", y papi chulo corre a saludarla. Atiné a pescarla de un ala y sacarla del local. Las otras 3 amigas habían dado jugo de lo lindo. Cubanita figuraba detrás de papi chulo por la calle corriendo, y más adelante nosotras dos. Abro el auto, la subo, y en eso papi chulo se mete al asiento de atrás. Lo eché de mi auto. No se quizo bajar. Cubanita se trató de meter también, y yo le cerré la puerta. Cubanita gritaba como enferma de la cabeza, papi chulo le decía a mi amiga "déjame explicarte"... hasta que yo lo eché a la fuerza. Abrí la puerta y le dije que "estaba en propiedad privada"...jajaaj...así que tenía dos opciones: o se bajaba solito, o lo bajaba yo. Se bajó y cubanita le pegó una cachetada. Yo ya a esa altura me reía. Mi amiga bajó el vidrio y le gritaba "enana, sácate una carita de careca...jaajajaj...y yo que tu me preocuparía de que te crecieran las cejas, rota ordinaria". Cubanita tenía las cejas tatuadas. Y ahí llegaron las otras 3 y nos fuimos.
Prendí el auto, y había un gran silencio. Duramos 45 minutos en el bar. En eso aparece "latino" y me grita que le de mi celular. Así que le dije "9-1234567"...jajaaja...y nos fuimos.
Las 3 loquitas le pidieron perdón a "la dejada". Al final todo terminó en risas varias, carcajadas, y nos fuimos a otro lugar.

Hacía tiempo que no me pasaba algo así. Papi chulo fue acosado por parte del team del terror. Pobre cubanita, no entendía nada. A mi me hubiesen dicho careca y rompo el auto. Gracias a Dios era una cubanita paralizada por el shock.

Quizás papi chulo logró reencontrarse después de ese episodio. Quizás no. Quién sabe, por lo menos estuvo rico el mojito, y cada vez bailo mejor salsa...!

Espero que team del terror no siga así... los papis chulos no valen la pena el esfuerzo....

Monday, 21 September 2009

Pedrito y su Kultrún

Tengo una amiga que tuvo de pololo a un tal Pedrito. Pedrito es sociólogo y siempre que salía andaba con su kultrún. Íbamos a una fiesta, y partía tocando el aparatito. Íbamos en el auto, el semáforo en rojo, y nuevamente lo tocaba. Y así, en todos lados.
Mi amiga estaba enferma con el kultrún. Un día me dijo "Caro, tenemos que quemarlo". Y yo le inventé que como era un instrumento mapuche, era sagrado, entonces que si lo hacía los espíritus de los mapuches le iban a hacer la vida imposible. Santo remedio. A mi me caía bien el kultrún, y era harto mejor que escuchar la estupidez de Alejandro Sanz o la música del híbrido Bosé, o cantar despechadamente al amor, que este me dejó, que el otró la abandonó, etc.
Al final, del grupo de amigos la única que quería a Pedrito y su kultrún era yo. Me sentaba en el pasto y mientras él lo tocaba yo inventaba un idioma que se pareciera al mapudungun y partía cantando. Otras veces me sacaba los zapatos y bailaba junto al kultrún.
La cosa es que Pedrito se quiso ir lejos. Alma de hippie partió rumbo al Amazonas. Cuando se fue le dijo a mi amiga que él y su kultrún se iban...que ella no entendía su proceso (todo un clásico) y que necesitaba este viaje. Mi amiga, bien cansada de un tipo poco claro, que andaba por la vida puro sintiendo y no pensando, le dijo que le parecía una excelente idea. Buen viaje, Pedrito se fue.
Yo no lo veía hacia muchos años, pero el otro día me lo encontré en la Feria Santa Lucía. Justo estaba mirando unos inciensos y escucho que alguien dice "Carito, la que amaba mi kultrún"...me doy vuelta y Pedrito estaba ahí. Fue bueno verlo. Le corregí que no amaba su kultrún, sólo que me caía bien. Nos reimos bastante.
Empezamos a caminar por una calle que no se ni como se llama. Me contó que su viaje había durado 3 años, que tuvo un hijo, que falleció su padre, que conoció a una mujer que le rompió el corazón. Me preguntó que era de mi vida, y le dije "vivo en stgo hace 3 años". No había mucho más que contar...jajaaja
En eso, mientras caminábamos, me dice que se compró un charango. Le dije que me parecía super lindo, y que uno de estos días podíamos hacer una junta, él con su charango, yo le aplicaba al kultrún (perdónenme los mapuches, pero hice lo que pude) y eso. Me dijo que él quería hacer eso ahora. Yo le dije que bueno. Así que nos fuimos en el metro hasta su departamento. Obviamente él parecía el hombre orquesta, hasta que encontré un xilófono y ese si que me gustó. Tocamos, tocamos y tocamos, nos reimos, nos reimos, nos reimos.
Y vino la pregunta de rigor...¿qué es de tu amiga? (léase ex-polola). Yo le respondo "se casó con un pianista"... y nos largamos a reir, hasta con llanto. Y me dice "no era suficiente mi kultrún". Yo le digo "no, no era suficiente, quería un elegante piano de cola".
Se hizo tarde, así que me fue a dejar al metro. Me pidió mi teléfono y ya. Y cuando me despedía, me entregó un chocolate. Él sabe que no como chocolates, pero bueno, le di las gracias. Le hice chao por el vidrio cuando el metro partió. Quedé mirando la barrita de chocolate, y tenía algo escrito. Miro bien y decía "gracias por querer a mi kultrún".
Llegué a mi casa y le mandé un mensaje que decía "gracias a ti por devolverme la música a mi vida". Me senté en el suelo, miré a mi atrapasueños y agradecí a la vida el que haya podido reencontrarme con gente linda que me conecta con lo que soy.

Bendiciones.

I.

"El amor es concéntrico"

Ese día que me tejiste la pulsera de macramé, me preguntaste qué colores no quería que tuviera. Yo te respondí que cualquier color iba a estar bien. Tus ojos se humedecieron de alegría, y los míos también. Y supimos que esa pulserita iba a estar en mi vida por muchos años...


II.

"No te creo"

Si tu no me crees no tengo nada a mi alcance para hacerte cambiar de opinión. "Es tu tarea hacer que eso cambie". La verdad es que no quiero que cambie. Sólo decirte que el no creer surge de cambios que no son sanos. Sólo eso. Buenas noches.


III.

"Sube a nacer conmigo hermano"

No se si recuerdas esa vez que tomamos un café arriba en la montaña escuchando esa canción... me preguntaste porqué me gustaban tanto Los Jaivas...y yo te respondí que me daban una linda sensación de libertad, que cuando mi cabeza los escucha soy capaz de estar en cualquier parte...donde yo quiera...y que sentía que el corazón me latía bien fuerte...


IV.

"Sobre-exposición"


De nuevo lo hice. Una vez juré nunca más hacer ese tipo de cosas. Cosas feas, nefastas. "¿Y si te encuentro y te miro a los ojos bien de cerca, seré capaz?". No, no lo serás porque esas situaciones ya pasaron, o no te acuerdas que no me quedo pegada en el pasado?... y de paso, no tengo memoria...


V.

"Esos ojos brillantes"

Una vez me dijiste que tenía los ojos brillantes. Y que mi brillo te hacía mover cosas dentro tuyo. Nunca entendía qué cosas se movían ahí dentro. Quizás haya tiempo de volver a esa plaza de la otra vez, conversar y mirarte de nuevo. Quizás no haya tiempo...


VI.

"Bienvenido"

Te doy la bienvenida a mi vida. ¿Vamos al bosque azul y miremos como la luna nos ilumina, cantemos hasta que nos de dolor, y compartamos ese momento tal cual como lo soñamos?


VII.

"Gracias por aparecer"

Sunday, 20 September 2009

El artesano me miró y me explicó que la arcilla era modelable. Me invitó a su torno a que modelara lo que quisiera. Me gustó la idea de hacer una vasija chiquita. Puse mis manos en la greda y de a poco sentí que podía crear. Él me dejó sola frente a mi vasija.
La vasija no quedó perfecta, de hecho tenía varias pifias. Pensé en qué iba a colocar dentro de ella una vez que se secara. Y sólo sentía que no había nada que poner dentro. Por el momento eso me hizo sentido. Me preguntó si la quería pintar. Y la verdad es que preferí dejarla tan cual quedó. Sin adornos. Tal como yo, sin adornos.
Llegué a casa y la coloqué sobre mi mesa. Y me di cuenta que algún día se la iba a regalar a alguien. No sabía a quien, no cómo, ni donde. Sólo que era una producción especial para alguien especial.
Me quedé quietecita mirándola hasta que llegó la hora de las sombras largas, me paré, prendí un palito de canela y canté al universo una linda oración...

Si pudiera retroceder el tiempo hubiese preferido hacer una vasija más grande y luminosa. Pero ya no fue así...

Mi sol

Había un sol inmenso. Yo tenía los ojos bien abiertos.
El sauce de la derecha me recordó que en ciertos momentos era lindo mirar al suelo y quedarse detenida por un momento. Y me detuve. Dejé que todo tomara su curso natural. Cerré los ojos y luego los abrí más grandes que antes. Sólo así se puede llegar a la verdad de las cosas...con los ojos bien abiertos en un bosque con un sol inmenso.

Friday, 18 September 2009

Espiral

Una vez me fui al valle y conocí a un grupo de jóvenes músicos. Todos eran muy lindas personas. Llenas de luz. Tenían una fuerte creencia en un Dios superior. Y mientras caminaba por la calle me llamaron para que los acompañara.
Me invitaron a almorzar a una choza de greda, bien rústica. Comí a pies descalzos, mientras todos cantaban mantras. Después nos fuimos a la casa de uno de ellos, que quedaba literalmente en la punta del cerro. Una hora caminé para llegar a ese lugar. Y era un templo hermoso. Todo lleno de velitas, inciensos varios, y la infaltable guitarra. Hicieron una oración de bienvenida, agradecimos el momento, y en eso empezaron a sonar los tambores. Era todo muy de piel, muy de instinto, sonrisas puras y genuinas, alabanzas magistrales. Y empezó a oscurecer. En eso me doy vuelta y veo a la luna más grande que he visto en la vida, en ese cielo azul profundo. Y entre las guitarras, las velas, el fuego y los tambores me di cuenta del sentido que tenía la vida para mi. Quise que ese momento no pasara, se detuviera y pudiera vivirlo eternamente. Así que me puse a bailar para sentirme más conectada aún. En eso, se me acerca uno de los tipos y me dijo que tenía un alma linda. Que no me desperdiciara lo que era la verdadera vida. Que me sacara todas las máscaras. Que no parara de vivir. Que la luna me estaba entregando una luz única. Que nunca dejara de expresar mi gran amor por las personas. Que por favor no parara de entregar mi sonrisa hermosa al mundo. Que el dolor era inevitable, pero que es transitorio, a menos que uno lo haga una constante en la vida.

En un día como hoy me doy cuenta que las personas, en general, son tan mundanas. Preocupadas de tonteras, viendo el vaso medio vacío, recibiendo del mundo lo mismo que ellas generan: odio, poca tolerancia, distancia, rencor, hipocrecía, temor.

Si pudiera detener ese momento de luz en el valle y "cortar" ese instante, les daría un pedazito de ese brillo para que lograran conocer lo que se siente.

Voy por un té ...

Friday, 14 August 2009

Atajos

Cuando era niña no me gustaban los atajos. Podía correr libremente, saltar, cantar y encantar con mi dinamismo. A los 10 años aprendí que los atajos ayudan a cuidarse de otros. Y solo en algunos momentos era capaz de vivir todo el camino.
Todavía recuerdo que, una vez en mi valle querido, un hombre viejo se me acercó y me dijo que la vida era curva porque así era más entretenida. Y que los viajes rectos eran fomes. En ese momento no entendí lo que me dijo porque supuse que se trataba de un viejo drogado con honguitos alucinógenos. Ese relato había perdido su valor.

En un día como hoy, mientras caminaba por un sendero con piedras, miré al suelo y vi una piedra de curvas perfectas. Paré y recordé al viejito.

Lo más importante de esto: se acabaron los atajos hasta nuevo aviso.

Tuesday, 11 August 2009

Mi sed

Estoy sentada en el sillón cama de mi depto y espero que llegue gente para trabajar. Tengo los pies encima de la mesa que adoro, mesa rústica (obviamente), que viajó muchos kilómetros para recordarme que vengo de lo natural y no de las grandes ciudades. Veo el ramo de flores secas que me regaló mi hermano del medio cuando me titulé de terapeuta. Después de todo lo pasado, ha sido uno de los más lindos regalos de mi vida. Las flores están en ese florero que no es florero, y que compré en el Persa de Stgo junto a mis amigos. Las velas infaltables encima de la mesita. El pote con piedras en agua me hace pensar que a veces sería lindo ser una de esas piedras y estar así de tranquila. No podría dejar de lado al hermoso "apaga velas" (no tengo idea como se llama, pero es una de esas campanitas de acero que apagan velas) que me regaló Carmen con tanto cariño. Cierro los ojos y siento el olor a eucaliptus que adoro porque me hace pensar que estoy en un bosque. Miro hacia la izquierda y está el infaltable cojín peludo que metí a la lavadora hace años y quedó como oveja. Miro la mesa del comedor y veo la linda lamparita verde que me regalaron unos niños de una población pobre a los que ayudé en la elaboración del duelo por la muerte de sus amigos. Veo mi hermoso atrapasueños de Ecuador colgando desde el mueble. Miro su encanto y me acuerdo del amigo artesano que me lo hizo con tanta protección. También están los muñecos chilotes; un hombre y una mujer bien afiatados. He llegado a admirar a esa parejita. Alcanzo a ver mi refrigerador con todos los dibujos y monitos encima. Miro por el ventanal y veo a una pareja abrazada en el balcón.

Parece que no quiero que esto se acabe. No por ahora.

Y de fondo, el incansable Silvio que me canta una y otra vez que al final de este viaje en la vida quedarán nuestros cuerpos hinchados de ir a la muerte, al odio, al borde del mar...

Parece que no es tiempo de ir aún.

Sunday, 9 August 2009

Grito

Recuerdo la primera noche que escuché ese grito. Llegó a mi cabeza, cruzó por mi estómago y terminó alojado en mi corazón. Nunca había sentido cómo las paredes del corazón pueden abrirse y cerrarse, revolcarse, mutar y saltar. Ese grito no se me ha borrado de mi mente. Si yo hubiese sabido que eso iba a pasar, hubiese preferido borrar esa escena. Mientras manejaba en el auto y tocaba el rojo sentía ese grito. Mientras atendía a las familias el grito me interfería. Mientras dormía despertaba saltando de terror. ¿Cómo borrar un grito así?
¿Cómo sacarle la intensidad?
¿Cómo sacarle esas palabras?

Pasé mucho tiempo llenando mi tina y sumergiéndome en el agua para olvidar ese grito. Me pasa que el agua bien caliente es como un útero para mi. Y sólo quería estar ahí, quietecita mirando las baldosas de al frente. Y mientras trataba de tener la mente quieta, las lágrimas eran inevitables. Pocas lágrimas, pero largas.

Ese grito pasó hace tiempo. No me había acordado de él.
Pero un día domingo como hoy, después de haber vivido tantos lindos momentos con gente que adoro, después de haber entendido que el amor a uno mismo es algo hermoso de cultivar, después de estar tirada en mi cama sabiendo que llegó la soledad, me acordé de ese grito.

Prometo no volver a vivir algo así.
Prometo dar gracias cada día por haberme salido de ese lío y por preferir la paz ante el terror.

Friday, 27 March 2009

Machu Picchu

Hasta que te vi… Tenías los brazos abiertos y los ojos bien cerrados, el pelo desordenado y no parabas de reír. ¿Qué te causa tanta risa? “Tus manos que me están apretando a la vida y eso es lo que andaba buscando”. No entendí lo que querías decir. ¿Apretando a la vida? “Si, le das forma a mis días”. ¿Forma a tus días? “Si, tal cual cuando fuimos a Machu Picchu y caminamos alrededor de esas rocas, te acuerdas? “Si. “¿Y te fijaste que al este estaba el sol mirándonos fijamente?”. No, la verdad no me fijé. “Si, y justo el reflejo del sol te llegó a tu pelo y nunca antes te había visto tan hermosa. Hermosa al sol”. ¿Hermosa al sol? “Si, hermosa al sol, a la luna, a Martes, a Venus”. Pero no entiendo lo que me dices. “Por favor, mírate”. ¿Qué me mire? ¿Qué voy a mirar? “Yo partiría por tu sonrisa y tus labios rosados, esos que me dijeron que me querías”. ¿Qué te quería? Nunca te dije eso. “Yo sé que si me quieres” . (silencio). La verdad es que no sé qué decirte. “Eso es porque te da miedo mirarme a los ojos”. No me da miedo mirarte a los ojos. “Si me miras a los ojos ves un infinito mundo de posibilidades, visiones futuras, sueños que te gustaría realizar y formar un nosotros”. ¿Un nosotros? “Un gran nosotros. ¿Por qué no aceptas mi cariño?”. Porque me parece inmenso y no sé donde ponerlo. Quizás en mi vientre, quizás en mis manos, quizás en mis labios, quizás no cabe. “¿Y qué pasaría si mi cariño te rebalsara?”. Supongo que saldría corriendo porque no sabría cómo manejarlo. “¿Y si yo te atajo en el camino?”. Si estás seguro de tu cariño, hazlo, porque yo sola no puedo.

En algún momento el mundo era sólo polvo, hasta que se fueron conformando los planetas, los lagos, las montañas, los caminos. Y también se formaron las estrellas. Y quizás dentro de esas estrellas puede que encuentres alguna que te acompañe y sepa lo que vales. Y ese valor te hará brillar como nunca antes. Quizás sólo quieras ser polvo, pero es preferible esperar que esa estrella luminosa, esa compañía llegue y sola se acerque para darte luz y calor. No es necesario centrarse en lo demás. No importan los planetas, los lagos, las montañas y los caminos. Y cuando llegue ese momento podrás decir que has encontrado lo que siempre has esperado. Y esa estrella hará todo lo que esté a su alcance y te dejarás querer, amar. Por mientras pequeña, duerme y espera el momento indicado. Quizás no es este, quizás vaya a ser más adelante. Y quizás si te sientas en la noche a mirar las estrellas te des cuenta que habrá alguna que te guiñe el ojo y sabrás que está preparada para ti.